


Este tipo de proyectos compartidos hace posible entender la Red como un lugar en donde se puede elaborar un proyecto, manipular la información y no sólo leerla o tener acce
so a ella, sino además modificarla, y se dan gracias a la tecnología de Internet, especialmente, lo que se conoce como la intranet, ya que es allí en donde se encuentran más desarrollados estos programas que integran sistemas que facilitan su realización, coordinación y comunicación de eventos, tareas éstas fundamentales cuando se trata de compartir tanto una labor concreta como los documentos, por lo que su implementación en estas herramientas es esencial. Ahora bien, para el funcionamiento armonioso de este tipo de herramientas es necesario contar con mecanismos de control como el código de fuente del proyecto que se ubica en un servidor centralizado que gestiona un software de control de versiones. Estos sistemas de control de versiones funcionan como la columna vertebral del proyecto.

Son sistemas que señalan las diferentes versiones del código fuente para identificarlas posteriormente, facilitan el trabajo en paralelo de grupos de usuarios, indican la evolución de los diferentes módulos del proyecto, y disponen de un control detallado de los cambios que se han realizado; funciones que son indispensables durante la vida del proyecto. Cualquier usuario puede acceder al servidor donde se encuentra el código fuente de un proyecto, siguiendo la idea de que todo el mundo puede ver el código, pero sólo unos pocos disponen de privilegios para añadir nuevo código o modificar el existente.
Estos y otros mecanismos de control se presentan al público como una posibilidad para evitar distorsiones y posibles retrasos en el trabajo, pero se debe aclarar que no son infalibles, ya que se debe contar con que en la red se encuentran tecnófilicos que pueden querer o no dañar los proyectos colaborativos, y que gracias a sus conocimientos lo pueden hacer.
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